lunes, 22 de noviembre de 2010
La mariposa con las alas de cuero voló sobre un fuego fatuo de odio, y se abrasó... Cayó en el suelo, pero no la pisó nadie. Y abrasada, sonrió al horizonte, dejó atrás un sueño inacabado, y volvió a la rama dónde estaba posada antes de volver a volar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
precioso, schi.. francamente emocionante..
ResponderEliminarenhorabuena
otramás.-
nina me encanta ......esa mariposa siempre volará alto ...y el fuego se apagará incluso antes de volver a comenzar
ResponderEliminarlas mariposas vuelan siempre a favor del viento, y nosotros solemos hacerlo en contra, no se si por tozudez o bien por que somos asi de tontos.
ResponderEliminarAzzo
y no es lo mismo, Azzo??
ResponderEliminar